En este mundo tan exigente y cambiante en el que vivimos hoy día resulta cada vez más importante desarrollar una serie de fortalezas internas, como el coraje, la gratitud y la compasión, que son las claves de la resiliencia y el bienestar duradero.
Ser resiliente no significa soportar condiciones terribles; la resiliencia auténtica abarca mucho más: la necesitamos a diario para sacar adelante a nuestra familia, para trabajar, para soportar el estrés, para afrontar problemas de salud y sortear las dificultades que nos plantean otras personas, y sencillamente para vivir felices y con plenitud.
En una estimulante combinación de neurociencia, mindfulness y psicología, Resiliente nos enseña a desarrollar 12 fortalezas vitales que ya están programadas en nuestro sistema nervioso y refuerzan nuestra capacidad de resiliencia.